Las Redes de Blockchain Públicas

Las redes de blockchain públicas son aquellas a las que cualquier persona tiene acceso. En general estas redes son transparentes y los usuarios son anónimos. Ningún participante tiene más derechos que los demás, por lo cual no hay administradores de la red. Las redes públicas más conocidas son Bitcoin, Bitcoin Cash, Ethereum y Litecoin, que tiene además una criptomoneda asociada.

El procedimiento para participar es descargarse la aplicación correspondiente y conectarse de forma automática con un determinado número de participantes o nodos, a los que se les solicita la versión más actualizada de la cadena de registros, lo que puede tomar minutos u horas. Una vez que el usuario se hace con la copia actualizada de toda la cadena, tiene los mismos derechos y deberes que el resto de los participantes a la hora de proponer y validar transacciones.

La forma de validar las transacciones es mediante lo que se conoce como protocolos de consenso. De forma aleatoria se elige un participante cada vez para proponer un nuevo bloque. Si el elegido propusiese un bloque con información errónea, el resto de los participantes podrían rechazarlo. Para incentivar a los nodos para que propongan bloques válidos, muchas redes dan recompensa en forma de criptomoneda al nodo que propone un bloque cuando éste es aceptado. Los nodos que compiten por validar los bloques, encontrando el hash válido del bloque, se conocen como mineros. La labor del minado en las redes públicas es el corazón que las mantiene vivas. Es la responsabilidad de los usuarios o nodos mineros seguir realizándolo.

Las Redes de Blockchain Federadas

Las redes de blockchain federadas son las más solicitadas a la hora de construir soluciones compartidas para gobiernos, empresas, y asociaciones. En general no son abiertas a la participación del público, sino que un número determinado de organizaciones, entidades o compañías se encargan de administrar la red en conjunto y mantener copias sincronizadas del registro. El acceso mayoritario es mediante una interfaz web que los administradores ponen a disposición del usuario medio, en lugar de compartirles una copia de la cadena como en las redes públicas.

Una red de blockchain federada puede ser, por ejemplo, una buena opción para industrias como salud y finanzas, donde tienen lugar grandes volúmenes de transacciones entre distintas entidades con una alta necesidad de confianza. A la hora de diseñar e implementar una solución de este tipo, es fundamental acompañar a la herramienta blockchain con un plan estratégico adecuado consistente en definir desde quiénes y cómo van a administrar la red hasta qué información se les va a mostrar a los usuarios vía interfaz web. En muchos casos el usuario que accede vía web puede no tener interés ni conocimiento sobre blockchain, pero sí necesitar una plataforma que involucre entidades diferentes, necesidad de confianza y transparencia. Es importante señalar que al ser su acceso vía web y no como “nodos” de la red -es decir, que no tienen una copia de la cadena-, los usuarios comunes tendrán acceso a tanta información como los administradores decidan mostrarles a través de la misma. Se tendrán entonces opciones que varíen desde un gran nivel de transparencia hasta una transparencia nula.

Al contrario de las redes públicas, las redes federadas no recompensan al usuario para la creación del hash a través del minado de bloques y ni siquiera tienen una criptomoneda asociada. Los propios administradores o entidades a cargo de la red proporcionan los recursos computacionales necesarios que cumplan con el propósito de generar el hash.

Aunque las redes de blockchain federadas no tienen un modelo de participación abierto al público, el software que las respalda sigue siendo en general de código abierto, lo que permite a la comunidad desarrolladora reutilizar código en muchos casos. Algunos de los softwares más comunes de código abierto utilizados para crear redes federadas son Hyperledger, Corda, EFW o Multichain, que permiten descargar la aplicación de blockchain y programar la cadena a tu gusto, decidiendo quién quieres que participe y bajo qué reglas se regulan las transacciones. También es posible y común crear entornos federados haciendo un fork de una red pública, generando así tu propia red customizada.

Las Redes de Blockchain Privadas

Las redes de blockchain privadas son aquellas donde el control está reducido a una única entidad que se encarga de mantener la cadena, dar permisos a los usuarios que se desea que participen, proponer transacciones y aceptar los bloques. Son iguales que las federadas pero con solo una entidad a cargo.

En estas redes no hay ningún tipo de descentralización ni de consenso puesto que toda la información es controlada por una única entidad que administra la red. La mayor parte de la comunidad no considera a estas redes como verdaderos blockchain, ya que no cumple con prácticamente ninguno de los propósitos para los que idealmente es utilizada esta tecnología.

Los mismos softwares que se utilizan para blockchain federadas son también empleados para blockchain privadas.

Las Redes de Blockchain como Servicio (Blockchain as a Service – BaaS)

Algunas grandes compañías ofrecen servicios de blockchain en la nube. Algunos ejemplos son IBM especializada en Hyperledger Fabric, Amazon colaborando con Digital Currency Group, o Microsoft ofreciendo servicios de R3, Hyperledger Fabric o Quorum, entre otras. Estos servicios no solo consisten en almacenamiento de información, en este caso del blockchain, sino que también ofrecen un aumento en la seguridad, la no necesidad de invertir en hardware y la posibilidad de un entorno más amigable con el que trabajar, pudiendo crear tu propio canal de blockchain sin necesidad de programar.

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