¿Qué es el teletrabajo?
El teletrabajo es una forma flexible de organización del trabajo que consiste en el desempeño de la actividad profesional sin la presencia física del trabajador en la empresa durante una parte importante de su horario laboral. Engloba una amplia gama de actividades y puede realizarse a tiempo completo o parcial.
En la actualidad
La actividad profesional en el teletrabajo, implica el uso frecuente de métodos de procesamiento electrónico de información, y el uso permanente de algún medio de telecomunicación para el contacto entre el teletrabajador y la empresa.
Sin duda, hemos adoptado la forma de trabajo más inusual de esta generación. El mundo, tal como lo conocíamos, se detuvo abruptamente a principios de 2020 y los gobiernos, informados por la ciencia, tuvieron que aplicar medidas drásticas para salvar vidas. El reto para los responsables políticos es cómo seguir protegiendo la vida y la salud de las personas sin, a su vez, causar un daño irreversible a la economía. Las medidas que garantizan el distanciamiento físico -el cierre de escuelas, la suspensión de vuelos, el cese de grandes reuniones y el cierre de lugares de trabajo- son solo el comienzo de la lucha contra el virus y sirven únicamente como herramienta para frenar su propagación. La flexibilización de las restricciones no debería poner en peligro la vida de las personas, ni conllevar el riesgo de que se produzca una nueva oleada de infecciones. Sobre todo, dado que algunos predicen que una segunda ola podría ser incluso peor que la primera, que ya ha llevado la capacidad de atención sanitaria más allá de sus límites y ha puesto a los trabajadores de primera línea bajo un riesgo y una presión considerable
Todos los negocios son susceptibles de vivir interrupciones inesperadas en su operación. Las causas son muchas y muy diversas, desde cortes de energía hasta desastres naturales.
Pero como venimos observando y en parte gracias a la transformación digital, el trabajo no debería ser solamente un lugar al que vamos, sino una actividad que hacemos, casi siempre, apalancados en tecnología.
Por eso, no puede existir un plan de contingencia que no contemple al trabajo remoto como uno de sus pilares. Sobre todo, si pensamos que las distintas situaciones disruptivas que sucedan pueden complicar la llegada de las personas a la oficina corporativa o incluso definir que durante un tiempo no podemos salir de casa.
El trabajo remoto o flexible ha crecido aceleradamente durante los últimos tiempos. De hecho, el estudio “El trabajador digital en 2019” realizado por Citrix arrojó que en Colombia el 44,5% de las empresas les permite a sus empleados trabajar de forma remota.
El trabajo remoto es fundamental para que las empresas puedan continuar operativas y sus empleados puedan acceder a las aplicaciones y datos que necesitan para trabajar de forma productiva desde cualquier dispositivo, lugar y conectividad, como si estuvieran en la oficina.
No obstante, el éxito de este modelo depende de su correcta implementación y de la apertura de cada entidad para su adopción. Por lo que planificar su incorporación, contar con la tecnología correcta y entrenar al staff para trabajar bajo modalidades flexibles se vuelve cada vez más importante.
¿Pero qué sucede con el 54,6% de empresas que todavía no contempla esta modalidad? Corren el riesgo de vivir interrupciones imprevistas sin estar preparadas para afrontarlas poniendo en riesgo la continuidad del negocio, deberán tomar decisiones bajo presión que pueden no ser las más adecuadas y asumen el riesgo de incorporar tecnologías a último minuto que, contrario a lo que esperan, pueden no ayudarlos a resolver el problema.
El teletrabajo Incrementa la productividad y mejora la calidad de vida del empleado, ya que trabajar desde la casa, además de ayudar a conciliar la vida familiar y la laboral, aumenta el rendimiento de los funcionarios e incremento de la rentabilidad tanto para las empresas como para el teletrabajador.
En definitiva, lo más cierto en los negocios son los cambios y cada día suceden más rápido. Los desastres naturales y las emergencias de salud pública pueden ocurrir en cualquier lugar y en cualquier momento, afectando la economía global y la productividad de la fuerza laboral, sin embargo, las organizaciones que cuentan con espacios de trabajo digitales y modalidades flexibles como el teletrabajo demuestran mayor agilidad, velocidad y eficiencia para administrar los recursos de la forma dinámica que demandan los entornos empresariales impredecibles.
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