Es un error muy habitual no sólo en los ecommerce, sino en muchos tipos de empresa creadas sin conocimiento previo o experiencia. Una de las primeras cosas que se enseñan en las escuelas de negocio, es a conocer al consumidor final. Este consumidor se lo construye en base a su información demográfica, comportamiento, necesidades y motivaciones. Se debe poner en el lugar del consumidor y pensar como lo haría él.
Si no se tiene una idea clara de quién es el consumidor final, las acciones de marketing irán sin rumbo; conocer al consumidor final ayudará a saber qué imágenes usar en los anuncios, qué palabras emplear en las descripciones, en qué canales sociales tener mayor presencia, etc
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