¿EN QUÉ CONSISTE EL TECNOESTRÉS?

Según un estudio del Observatorio de Prevención de Riesgos Laborales acerca del tecnoestrés, entre sus causas se encuentra la necesidad de los trabajadores de usar las TIC en el puesto laboral y los recursos de que se dispone para satisfacer estas exigencias como, por ejemplo, el móvil, el correo electrónico, la comunicación mediante aplicaciones de mensajería instantánea o el uso de ordenadores portátiles o tabletas.

El trabajador debe saber desenvolverse con nuevas tecnologías y estas cambian constantemente, tiene así la exigencia de estar constantemente actualizándose y jamás llega a sentirse del todo preparado.

El informe del Observatorio de Prevención de Riesgos Laborales alerta de que uno de cada tres (34%) encuestados considera que el uso excesivo de las tecnologías de la información (TIC) en el trabajo le produce problemas o consecuencias negativas como bajo rendimiento, fatiga visual, posturas inadecuadas, discusiones de pareja o no dejarle tiempo para salir con sus amigos. 

Pero, a esto se le suma que el uso continuado de las TIC se extiende fuera del horario de trabajo y llega a invadir la vida personal. Según el estudio del Observatorio de Prevención de Riesgos Laborales, el 65% de empleados encuestados asegura estar tan preocupado por dar respuesta a las tecnologías de origen laboral (contestar correos, teléfono…) que olvida sus asuntos personales.

En las últimas décadas, han surgido distintas patologías estrechamente ligadas con las nuevas tecnologías. Es el caso de las tecnoadicciones o el tecnoestrés, que derivan del mal uso de las tecnologías de la información (TIC) en el día a día.

El tecnoestrés se refiere al estrés específico derivado de la introducción y uso de nuevas tecnologías en el trabajo. Es un término que surgió por primera vez en los años 80, de la mano del psiquiatra norteamericano Craig Brod.

TIPO DE TECNOESTRÉS

Existen diferentes tipos de tecnoestrés como la tecnoansiedad, tecnoadicción o la tecnofatiga y viene determinado no sólo por el uso de las TIC sino también por su implantación, las nuevas exigencias que crean estos sistemas tecnológicos y el tiempo de exposición no sólo laboral sino fuera de él.

  • La tecnoansiedad es el tipo de tecnoestrés más conocido, en donde la persona experimenta altos niveles de activación fisiológica no placentera, y siente tensión y malestar por el uso presente o futuro de algún tipo de TIC. La misma ansiedad lleva a tener actitudes escépticas respecto al uso de tecnologías, a la vez que pensamientos negativos sobre la propia capacidad y competencia con lasTICs. 
  • La tecnofatiga se caracteriza por sentimientos de cansancio y agotamiento mental y cognitivo debidos al uso de tecnologías, complementados también con actitudes escépticas y creencias de ineficacia con el uso de TICs. Un tipo específico de tecnofatiga es el llamado: síndrome de la «fatiga informativa» derivado de los actuales requisitos de la Sociedad de la Información y que se concreta en la sobrecarga informativa cuando se utiliza Internet. La sintomatología es: falta de competencia para estructurar y asimilar la nueva información derivada del uso de Internet, con la consiguiente aparición del cansancio mental.
  • La tecnoadicción es el tecnoestrés específico debido a la incontrolable compulsión a utilizar TIC en «todo momento y en todo lugar», y utilizarlas durante largos períodos de tiempo. Los tecnoadictos son aquellas personas que quieren estar al día de los últimos avances tecnológicos y acaban siendo «dependientes» de la tecnología, siendo el eje sobre el cual se estructuran sus vidas

SÍNTOMAS DEL TECNOESTRÉS EN LA SALUD DE LAS PERSONAS

El VII Estudio CinfaSalud ‘Percepción y hábitos de la población española en torno al estrés’ señala que tres de cada diez españoles dicen que las nuevas tecnologías aumentan su nivel de estrés.

De ellos, siete de cada diez consideran la imposibilidad de “desconectar” del móvil, la tablet o las redes sociales como causa principal de ese tecnoestrés. El trabajador acaba desarrollando actitudes y sentimientos negativos hacia las TIC acompañado de síntomas fisiológicos y emocionales típicos del estrés. Pero, además, otros síntomas específicos como la ansiedad, el agotamiento mental, el aislamiento social o la dependencia del uso de la tecnología.

La aparición de este tipo de desasjustes y trastornos lleva a la reflexión acerca de cómo está afectando la era digital en la que vivimos a la salud de las personas.

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